domingo, 16 de septiembre de 2012

Las Huaringas; Atractivo místico de Piura


Por: Sommer Silva
Se conoce con el nombre de Huaringas a un conjunto de lagunas situadas en el páramo andino de la cordillera de Huamaní, que se eleva al noreste de las provincias de Ayabaca y Huancabamba a una altura aproximada de 4000 m.s.n.m.
Formadas gracias a la escorrentía producto de la inmensa humedad reinante en la zona, sus desagües constituyen el origen primigenio del rio Quiroz, uno de los más importantes del departamento de Piura. Sus aguas alimentan el caudal del Chira y la represa de Poechos, en el tablazo costero.

Se les considera el centro principal del curanderismo en el norte peruano. Su nombre se derivaría de las palabras huari, “baño”; e inga, “inca”. Se dice que hasta ellas acudía el inca para curarse de sus males y lograr el favor de los dioses. Están compuestas por más de 20 cuerpos de agua. Además de la mayor, o Shimbe, o Blanca, están: la Laguna Negra, la Amarilla, la Roja, la de Los Patos, los Siete Pozos, entre otras.
Son famosas gracias a su extendida reputación de sanadoras del cuerpo y el alma. Hasta ellas llegan, cada año, centenares de peregrinos y chamanes, deseosos de darse un baño en sus gélidas aguas y gozar de los beneficios de sus poderes naturales. En sus riberas crecen numerosas hierbas medicinales. Los curanderos locales también acuden a ellas con el objeto de “captar” el espíritu de sus aguas e infundirse de sus poderes. Es sabido que las clasifican según los fines propios de sus artes, como curanderas (o “buenas”) y hechiceras.
La visita con fines curativos tiene dos momentos. En primer lugar, el peregrino deberá bañarse en las aguas heladas de una de las lagunas; después, en la noche, deberá participar en la mesada o florecimiento, en la que el chamán oficiará con perfumes y conjuros y le quitará definitivamente los males.


Las lagunas son accesibles desde el poblado de Huancabamba. Los viajeros contratan allí los servicios de arrieros quienes brindan sus acémilas para hacer más sencilla la travesía (que suele tomar hasta ocho horas). Otras rutas de acceso parten del caserío de San Antonio, a los pies de la laguna Carmen, o desde el poblado de Salalá, bajo el lago Shimbe y cuna de curanderos y chamanes.
La fama de las Huaringas se ha extendido tanto y se calcula que hay en la zona unos 300 curanderos que brindan servicios a los visitantes que acuden en busca de una “limpia”. Los mas conocidos son los hermanos Chasquero, Francisco Guarnizo, Manuel Barco, Carlos Gonzales, entre otros.


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