Por: Gianella Villasante Rentería
¿Qué piurano no ha tenido en su casa
¿Qué piurano no ha tenido en su casa
una cerámica parecida a esta?
¿Y como no tenerla?, si estas obras de arte estan hechas por manos piuranas, estas artesanias son procedentes de la provincia de chulucanas, ubicada a 49 kilómetros al este de la ciudad de Piura.
Chulucanas es conocida por albergar a grandes familias de ceramistas de origen "Tacllan", etnia indígena originaria de Piura.
Los tallanes eran ceramistas. Los vestigios encontrados en las tumbas tallanes han permitido establecer que existe la posibilidad que se trata de un grupo étnico que bajó de las regiones andinas en busca de lugares más acogedores. Esta cerámicas costumbristas y mestizas ha sido declarada como un producto representativo del Perú.
Las raíces de este arte se encuentran en la cultura Vicus, que dejó un importante legado de ceramios y orfebrería en el monte que lleva su nombre.
Uno de los problemas específicos con los cuales lidian los artesanos es que no pueden ofrecer sus productos de manera directa, teniendo que contactarse con terceros para poder hacerlo, el estado de alguna manera apoya a este grupo reducido pero aún se necesita de más ayuda para que estos puedan salir adelante con la exportación de las Chulucanas.
Las representaciones más usuales son las del típico “cholo”, “serrano” o las chicheras, entre otros personajes.
Lo mejor en artesanía Chulucanas, variedad en jarrones, floreros, adornos, platos, nacimientos, animales de la zona, escenas costumbristas además de vasijas decorativas.
En el 2005 las ventas las exportaciones de cerámica de hulucanas alcanzaron el total de 1.37 millones de dolares, siendo el primer destinado Estados Unidos, entre otros paises a los que se exporta estan Italia, España, Alemania, Holanda y Francia.
Las cerámicas mas vendidas son la china y la india, sin embargo la cerámica de Chulucanas es comprada por un público mas selecto
La técnica de su decoración es conocida como el negativo aplicado por Gerósimo Sosa en 1978.
La cerámica de Chulucanas se ha convertido en el producto que el Perú exporta al extranjero, superando a los retablos ayacuchanos y a las ceramicas cuzqueñas.
Estas ceramicas han logrado que un pequeño pueblo denominado La encantada sepa reconocido en el mapa a nivel mundial.
La encantada es un pequeño pueblo de ceramistas, ubicado a una hora de Piura, y cuando llegas a Chulucanas, la única manera de llegar allí es en mototaxi.
El CITE es un organización que brinda apoyo a los cermistas de Chulucanas con el fin de promover su desarrollo
Las fases para la cerámica son:
- Torneado: El tamaño de la pieza va en funcion al peso. Se procede a centrar la arcilla para luego armar con las manos el cilindro o lo que se desee hacer.
Despues del torneado las piezas se guardan en bolsas de plastico bajo sombra por un día
- Retorneado: Se da el tamaño de los standares establecidos
- Esponjeado: Se le borra todas las huellas que ha dejado el retornado
- El embobado: Se le pasa a la figura un brochazo final para que la útima capa este dura y campacta, listo para pulir.
- Pulido: Se utiliza piedras lisas de mar par acentarle la pintura o imperfecciones al cuerpo cerámico
- Quemado: Se quema con leñas de algarrobo, despues que la pieza se enfria, se decora con arcilla líquida para luego volverla a introducir a otro horno donde sera humeado con hojas de mango seco.
Esta penúltima fase es la que caracteriza a la cerámica de chulucanas por que le da las tonalidades negras que son admiradas en todo el mundo
- Lavado o encerado: Esta lista para ser vendida
Unos metros mas arriba de la encantada encontrada la casa de Max Inga, quien fue uno de los mas grandes exponentes de la cerámica de chulucanas. Entre sus obras mas conocidas a nivel mundial esta el cristo campesino.
El Papa le envía una carta a Max Inga felicitándolo por el Cristo campesino, en la carta decía que el Papa coleccionaba las mejores obras del mundo.
A pesar de las propuestos de trabajo que tuvo a partir de alli, nunca abandonó su pueblo y muchos extranjeros se quedaban admirados del lugar en donde vivía pues todos pensaban que su entorno era mejor ya que era famoso por Alemania, como una vez un alemán vino al Perú y se admiró de que su casa fuera de adobe.
Max Inga hasta el final de sus días permaneció en su taller elaborando cerámicas, por tanto esfuerzo esque lo llamaron “Amauta de la Artesanía”, “Maestro de Maestros de la Artesanía”, “Gran Maestro de la Artesanía Peruana” entre otros apelativos
Lo que mas se recuerda fue la frase que dijo antes de morir ““Muero y mi arte nunca morirá”” demóstrando por otra vez el grán gusto y la entrega de elaborar estas cerámicas que tan orgullosos son hacen de tenerlas.
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